Cómo debería ser un box lunch para la oficina

Cuando hay que comer en el lugar de trabajo, los requisitos para comer adecuadamente son numerosos; En primer lugar , es necesario que los alimentos sean nutritivos para proporcionar al cuerpo la energía esencial.

Otra condición a respetar es la de la digestibilidad; una comida que es demasiado difícil de asimilar afecta negativamente no solo al cuerpo, sino también a la mente, ya que nubla los sentidos e induce somnolencia.
También es recomendable comer alimentos que no sean grasosos o llenos de condimentos, para evitar ensuciarse las manos y la ropa en el lugar de trabajo.

También se deben evitar los alimentos demasiado dulces, ya que pueden causar un pico glucémico que resulta en una sensación de mareo. Comer en la oficina puede convertirse en un hábito saludable eligiendo los alimentos más adecuados y sobre todo que garanticen una ingesta equilibrada de todos los nutrientes.

La fiambrera es el recipiente de la comida traída de casa que se consume durante la pausa del almuerzo tanto en la oficina como, sobre todo cuando hace buen tiempo, en un banco de un jardín.
Elegir esta forma de comer permite un ahorro considerable, ya que según algunas estadísticas de Federconsumi, quien come en la barra gasta una media de 350 euros al mes, ahorrándose más del 50% llevándose la comida de casa.

¿Cuáles son las reglas para consumir su propia lonchera?

Consumir tu propia fiambrera no tiene por qué tener las características de un “castigo”, pero puede ser una oportunidad para un momento de convivencia con tus compañeros o para respirar aire fresco.

1. No comer frente al ordenador, ya que consumir alimentos con los ojos fijos en la pantalla impide tanto disfrutar de la comida como aplicar de forma rentable el uso del ordenador.
2. Evita comer solo, ya que charlar con un colega es la mejor manera de recargar tus energías físicas y mentales antes de volver al trabajo.
3. Procura consumir tu comida despacio, ya que no tener prisa facilita la digestión asegurando el mejor bienestar para el resto del día.
4. Elige bien tus alimentosde tu fiambrera, evitando aquellas con un olor demasiado fuerte que podría entorpecer el aliento, además de dificultar especialmente la digestión.
5. Concluya la comida con un café, tal vez ofreciendo a sus colegas algunos chocolates que haya traído de casa.
6. Procura no evitar nunca la hora del almuerzo ya que tu cuerpo necesita un descanso para recargarse antes de afrontar otras horas de trabajo.
7. Si puede, haga algo de ejercicio después del almuerzo para ayudar a la digestión y relájese durante al menos 30 minutos.

Caja de almuerzo
Contenedor de comida

6 recetas para tu lonchera

1. Ensalada de pollo

Es un plato frío que, consumido a temperatura ambiente, es ideal en todas las estaciones, e incluye tanto carnes como verduras, asegurando un aporte equilibrado de todos los nutrientes.
Ingredientes:
– una pechuga de pollo de 200 gramos;
– 100 gramos de jamón cocido cortado en cubos;
– 100 gramos de guisantes;
– 50 gramos de garbanzos;
– una yema de huevo;
– 3 cucharadas de nata fresca;
– 3 cucharadas de queso parmesano rallado.
Procedimiento:
Después de hervir el pollo, cortarlo en dados y agregarlo al jamón cocido, garbanzos y guisantes previamente escaldados, yema de huevo, nata y queso parmesano.
Después de mezclarlo todo, puedes conservarlo en un recipiente de cristal cerrado que junto con unas rebanadas de pan y una fruta de temporada hacen una comida nutritiva y ligera.

2. Albóndigas vegetarianas

Estas albóndigas vegetarianas son muy sabrosas y ricas en nutrientes fácilmente asimilables; también se pueden comer fríos ya que conservan su delicioso sabor.
Ingredientes:
– 200 gramos de sopa previamente cocida y escurrida;
– 100 gramos de ricota fresca;
– 2 yemas de huevo;
– 100 gramos de queso parmesano rallado;
– 2 cucharadas de harina de garbanzos;
– una pizca de nuez moscada;
– sal y pimienta para probar.
Procedimiento:
En lugar de la minestrone escurrida, puedes usar una preparación para ensaladilla rusa, o preparar tú mismo una ensalada de verduras.con zanahorias, patatas, calabacines y guisantes. En cualquier caso, combina los dados de verdura con ricotta, parmesano, yemas de huevo y harina de garbanzos, y tras rectificar de sal, pimienta y nuez moscada, haz una masa homogénea y compacta, a partir de la cual, con una cuchara, puedes preparar bolitas que pasar por pan rallado antes de dorar en una sartén con aceite y mantequilla.
Cuando estén cocidas y enfriadas, coloca las albóndigas en un recipiente para consumirlas junto con unas rebanadas de pan de centeno durante la hora del almuerzo.


3. Crutones de salmón

Es un plato especialmente indicado en los meses de calor, ya que el salmón es muy rico en nutrientes energizantes, a la vez que muy digerible.
Ingredientes:
– 100 gramos de salmón en rodajas;
– 4 rebanadas de pan;
– una chalota;
– provolone dulce rallado;
– perejil;
– mayonesa al gusto;
– unas gotas de Tabasco.
Procedimiento:
Después de tostar las rebanadas de pan, puedes preparar deliciosos sándwiches utilizando las lonchas de salmón alternando con finas láminas de chalota, mayonesa espolvoreada con perejil y unas gotas de tabasco.
Podrás empacardos sándwiches para colocar en papel de aluminio y luego en un recipiente hermético, para evitar que el aroma del salmón impregne su lonchera. Puedes acompañar estos alimentos con unos gajos de hinojo y unos tallos de apio.

4. Pizza con patatas

Esta pizza de verduras también se come muy bien fría, y se puede envasar con varios tipos de verduras; para que la preparación sea más rápida puedes utilizar la masa de pizza disponible en el mercado.
Ingredientes:
– un rollo de masa de pizza;
– 2 patatas medianas (o dos calabacines, berenjenas o pimientos);
– 200 gramos de queso Edamer;
– Orígano;
– pimienta;
– petróleo.
Procedimiento:
Después de haber estirado la masa de pizza, se puede enriquecer con patatas cortadas en rodajas finas, que se pueden sustituir por calabacines, berenjenas o pimientos(si os gusta, podéis utilizar una ensalada de verduras siempre con cuidado de cortarlas en rodajas muy finas). A continuación, añade los dados de Edamer y espolvorea todo con orégano, pimienta y dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Después de la cocción, la pizza debe tener un aspecto dorado y suave.

5. Pastel salado de espinacas

Es un plato muy nutritivo y de sabor delicado, excelente frío y delicioso si se calienta unos minutos antes de consumirlo.
Ingredientes:
– una hoja de masa de hojaldre (la industrial también está bien);
– 500 gramos de espinacas hervidas congeladas;
– 125 gramos de requesón;
– 4 yemas de huevo;
– 100 gramos de queso parmesano rallado;
– 2 cucharadas de harina;
– 2 cucharadas de nata;
– una nuez de mantequilla.

Procedimiento:
Luego de haber colocado el hojaldre en una fuente para horno, se le puede agregar muy bien las espinacas hervidas y escurridas, mezcladas con la ricotta, las yemas de huevo, el parmesano, dos cucharadas de harina y la nata, luego de obtener una masa cremosa y compacta.
Cuando se cocina, el sabroso pastel tiene un color marrón, pero debe mantener una notable suavidad; una rodaja de este plato acompañada de dos tomates o dos zanahorias, garantiza una comida ideal para consumir fuera de casa.

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6. Ensalada de espelta, calabaza y piñones

En este caso se puede sustituir la espelta por arroz integral o cebada o incluso por avena, lo importante es que es un cereal muy nutritivo.
Ingredientes:
– 100 gramos de espelta;
– 200 gramos de calabaza cortada en cubos;
– dos cucharadas de piñones;
– 100 gramos de robiola fresca;
– pimienta;
– cebollín.
Procedimiento:
Después de hervir la espelta durante al menos 20 minutos, se puede añadir a la calabaza previamente pasada en una sartén pero aún compacta, y a los piñones.
Añadiendo la robiola se puede obtener una consistencia cremosa similar a la de un risotto, sobre la que se espolvorea cebollino y una pizca de pimienta negra. EstaEl delicioso primer plato se puede acompañar con ensalada belga, escarola belga y unos tallos de apio.

Recuerda que en la fiambrera, además de los alimentos que hayas decidido consumir, no pueden faltar verduras ni frutas, para asegurar una correcta ingesta de vitaminas y sales minerales, imprescindibles para asegurar el mejor rendimiento intelectual durante las largas jornadas de trabajo. trabajo.