que hacer para bajar de peso

El funcionamiento del organismo vivo depende de un conjunto de reacciones biológicas que pueden ser de dos tipos: de síntesis (anabolismo) y de destrucción (catabolismo).

Cuando un individuo está en óptimas condiciones físicas significa que ha alcanzado su peso normal, es decir el peso corporal que permite que todos los órganos funcionen al máximo.

El sistema cardiovascular, por ejemplo, se regula sobre una determinada masa corporal ya que la fuerza contráctil del miocardio y consecuentemente la función circulatoria se alteran cuando se produce el aumento de peso.

El sistema respiratorio se ve muy afectado por la estructura del cuerpo ya que la función pulmonar consume una cantidad considerable de energía en caso de sobrepeso.

El mismo problema también concierne al riñón porque la filtración de la sangre y por lo tanto la producción de orina están íntimamente ligadas al cuerpo del sujeto.

Por todo ello, un cuerpo sano no debe tener sobrepeso, para asegurar el perfecto funcionamiento metabólico de todos sus sistemas.

A menudo se piensa que perder peso es solo un requisito estético, mientras que mantener el peso normal es sobre todo una necesidad fisiológica.

Para perder peso es necesario asegurarse de que las reacciones bioquímicas de síntesis sean cuantitativamente menores que las de destrucción, para estimular al cuerpo a consumir sus reservas de energía.

Estas reservas se localizan en forma de panículos adiposos, masas de tejido graso que se encuentran en determinadas zonas del cuerpo: las nalgas, los muslos, las caderas, la zona lumbar y, a menudo, los brazos.

La pérdida de kilos de más presupone necesariamente un conjunto de reacciones catabólicas a nivel de los lípidos, que representan la principal causa del sobrepeso.
Al potenciar los procesos de lipólisis, el cuerpo es estimulado para destruir el tejido adiposo y, por lo tanto, para eliminar peso.

Las dietas hipocalóricas son aquellas que permiten la ingesta de una cantidad baja de calorías, normalmente menos de 1500, para empujar al organismo a favorecer el consumo de las reservas acumuladas.

¿Qué es la dieta de 22 días?

Formulada por el nutricionista Marco Borges, quien desde hace algún tiempo se ocupa de problemas relacionados con las variaciones de peso, la dieta de los 22 días se ha vuelto cada vez más popular y también es utilizada por personajes famosos como Beyoncé, Jennifer López y Shakira.

Veintidós días representan un período de tiempo suficiente para cambiar no solo la dieta, sino todo el estilo de vida ya que, como sabemos, la pérdida de peso depende de un conjunto de factores.

El objetivo de esta dieta es permitir la pérdida de hasta 11 kilos en tres semanas, sin demasiados sacrificios, pero comiendo de forma equilibrada, variada y saludable.

Es un programa intensivo de alimentación basado en un esquema preciso tanto del cuerpo como de la psique, ya que se sabe que la influencia de la esfera psicoemocional juega un papel particularmente importante en el campo de la nutrición.

Cuáles son los principios en los que se basa la dieta de 22 días

La dieta de 22 días se basa en unos supuestos fundamentales, que son:
– Consumir una elevada cantidad de verduras frescas, lo que garantiza un aporte adecuado de agua y minerales;
– alimentarse con alimentos no procesados, pero simples y ligeramente condimentados, para permitir que el cuerpo no aumente de peso;
– privilegiar alimentos bajos en grasas para evitar elevar el valor del colesterol en sangre;
– limitar el consumo de sal de mesa (dieta baja en sodio) para minimizar el riesgo de enfermedades cardíacas e hipertensión;
– fomentar la ingesta de fibrasverduras que, además de regularizar la función intestinal, también contribuyen a adelgazar;
– beber al menos dos litros de agua al día para optimizar el recambio hídrico.

Siguiendo esta dieta es necesario ingerir regularmente diez alimentos, denominados “superalimentos”, cuyas características son fundamentales para mantener el cuerpo en una excelente forma física.

Cuáles son los 10 superalimentos de la dieta de 22 días

La dieta de 22 días incluye diez alimentos que nunca deben faltar ya que son capaces de ofrecer unos beneficios muy importantes.

Son los siguientes productos, considerados una auténtica panacea para la salud, y cuyo consumo debe ser regular y cuantitativamente bien dosificado.

– Manzana
– Nueces
– Semillas de chía
– Kiwi
– Arándanos
– Limón
– Chile
– Jengibre
– Jugo de remolacha
– Espinacas

Estos alimentos vegetales, hortalizas de hoja verde, frutos frescos y secos, semillas y un tubérculo, así como una bebida, son todos ellos especialmente ricos en agua y minerales.
Según la investigación científica del nutricionista Marco Borges, al tomar regularmente estos nutrientes, el cuerpo se depura, eliminando toxinas endógenas y mejorando notablemente su bienestar.

Cómo funciona la dieta de los 22 días

La dieta de 22 días, al contrario de todas las dietas tradicionales, no requiere un escrupuloso cálculo de calorías, sino que se basa en cinco puntos fundamentales.

1. Comer alimentos frescos

Al favorecer los alimentos frescos en lugar de los procesados, se potencia la eliminación de toxinas y al mismo tiempo se facilitan los procesos digestivos, mejorando todo el metabolismo.
El concepto de “frescura” se refiere principalmente a frutas, verduras y cereales, que deben consumirse regularmente y en dosis altas.

2. Sigue el patrón 80% -10% -10%

Según este esquema es necesario que el régimen dietético contenga un 80% de carbohidratos complejos presentes en frutas y verduras; 10% de proteínas no solo derivadas de la carne sino también de legumbres y cereales, teniendo en cuenta que las proteínas vegetales (por ejemplo las presentes en las semillas de chía, la quinoa, el seitán o las legumbres) tienen un alto valor nutritivo; y 10% de grasa total.

3. Consume solo tres comidas principales

La dieta de 22 días no incluye snacks ni meriendas, sino solo tres comidas repartidas entre desayuno, comida y cena.
Solo las barritas veganas a base de proteínas vegetales están permitidas para romper el ayuno.

4. Bebe mucha agua

Según el esquema dietético de este programa alimentario, es fundamental beber al menos nueve vasos de agua al día, comenzando por la mañana con agua de limonada.
Puede reemplazar el agua con infusiones de hierbas o té verde sin azúcar.

5. Practica actividad física durante 30 minutos al día

La importancia de la actividad física es fundamental para mejorar el bienestar metabólico; Caminar a paso ligero, trotar, correr y nadar son las opciones ideales para potenciar los beneficios de esta dieta, que, sin embargo, sigue siendo el principal impulsor de la pérdida de peso corporal.