El peso ideal, definido científicamente como “peso normal”, se establece mediante el uso de algunas fórmulas matemáticas que tienen en cuenta variables como la edad, la altura y el tipo de cuerpo (tamaño).
El valor del peso ideal no siempre se corresponde con el del peso ideal, que es el índice del bienestar físico del individuo, con el que se aseguran las mejores condiciones de vida desde el punto de vista metabólico.
El peso ideal es un valor bastante difícil de calcular ya que no basta con el simple uso de una báscula, sino que se requieren fórmulas matemáticas que forman parte de técnicas depuradas como la plicometría o la bioimpedancia.

Alteraciones del peso normal

Una modificación del peso normal puede tener dos consecuencias:
– aumento del peso corporal: en este caso la cantidad de calorías introducidas con los alimentos es superior a la de las calorías consumidas por el organismo. La disminución fisiológica del índice calórico depende tanto de procesos de termorregulación, durante los cuales la energía calórica se transforma en energía térmica; y del trabajo físico que involucra a gran parte de los sistemas orgánicos. En estas situaciones, la energía calórica se transforma en energía mecánica. En cualquier caso, se produce una acumulación de calorías que no se han utilizado y por tanto provocan un aumento de peso; cuando este aumento es de considerable consistencia, hablamos de tendencia a la obesidad.

– disminución del peso corporal: si la cantidad de calorías introducidas es inferior a las calorías consumidas, se determina una deficiencia metabólica que empuja al organismo a utilizar materiales de reserva (como lípidos o glucógeno). Por lo tanto, hay una disminución del peso corporal, con tendencia a perder peso.

El aumento de peso suele estar relacionado con numerosos trastornos orgánicos: se trata de enfermedades relacionadas con el peso, como hipertensión, disfunciones metabólicas, insuficiencia cardíaca, diabetes mellitus tipo II, aterosclerosis.
En cambio, la disminución de peso está relacionada con estados de desnutrición que, en situaciones particularmente graves, pueden conducir a síndromes anoréxicos o estados caquécticos.

Relación entre el peso ideal y la salud

Mantener los propios normopes o representa el requisito previo fundamental para garantizar un buen estado de salud ya que el organismo está “calibrado” para un determinado tamaño y, en consecuencia, todos sus órganos y sistemas funcionan en condiciones óptimas si este valor de peso ideal permanece invariable. El corazón, por ejemplo, se ve obligado a un exceso de trabajo si el sujeto engorda porque tiene que gastar más energía para asegurar la circulación sanguínea. Incluso el sistema renal, en caso de sobrepeso, se ve obligado a trabajar más intensamente. La respiración generalmente se vuelve difícil y los pulmones luchan por garantizar su actividad fisiológica en caso de aumento de peso.

A menudo hablamos de “enfermedades del bienestar”, haciendo referencia a todas las dolencias relacionadas con el aumento de peso; según muchas investigaciones científicas, el riesgo de desarrollar tales patologías es directamente proporcional a la diferencia entre el valor del peso corporal y el del peso normal.
Por ello, es sumamente importante tratar de no desviarse demasiado de su peso ideal ya que, además de las dolencias que pueden surgir de forma inmediata, existen otras que se desarrollan a lo largo del tiempo y que quizás implican riesgos aún mayores para la salud.

¿Cuáles son los tipos de cuerpo?

Una vez que conoce su peso ideal, se consideran aceptables variaciones de 1-2 kilos, ya que son alteraciones muy limitadas y pueden producirse por modificaciones dietéticas temporales, deshidratación o retención de agua y convalecencia.
Sobre la base de los parámetros habitualmente utilizados en el ámbito clínico, se distinguen tres tipos de complexión:
– brevilinea: en este caso el esqueleto del individuo, fornido y bajo, está formado por huesos pesados ​​y bastante grandes;
– normolinea: es característica de personas con un esqueleto con huesos de peso medio;
– de extremidades largas: es propio de sujetos muy altos y delgados, con huesos ligeros y pequeños.

Para definir tu tipo de cuerpo, existe un examen que consiste en medir la circunferencia de la muñeca derecha, lo que ha permitido formular una tabla que, aplicando parámetros específicos, permite establecer la clase de pertenencia tanto para hombres como para mujeres.
La fórmula depende de la siguiente relación: morfología = altura medida en centímetros, circunferencia de la muñeca medida en centímetros.

Cuantas calorias se necesitan para llegar a tu peso normal

Para monitorear el metabolismo calórico que es la base para determinar el peso corporal, es necesario controlar cuidadosamente la ingesta calórica diaria en relación con las necesidades energéticas.
Este índice está condicionado por cinco factores:
– edad;
– sexo;
– cortarlo;
– nivel de actividad física;
– tipo de trabajo realizado.

En base a la interacción entre estas variables, es posible establecer el índice calórico correcto, necesario para alcanzar y mantener el peso ideal.
Habitualmente estos cálculos los realiza un dietista o nutricionista que, tras establecer el tipo de cuerpo del sujeto, es capaz de medir la cantidad de calorías dirigidas a sus necesidades, especialmente para mantener un peso normal.

Tras haber establecido este valor, es fundamental fijar una dieta correcta que permita mantenerlo inalterado; también en este caso se requiere el asesoramiento de un nutricionista (normalmente licenciado en Ciencias Biológicas o Farmacia, aunque hay médicos que ejercen esta actividad) para establecer una dieta personalizada.

¿Cuáles son las fórmulas para calcular tu peso ideal?

  1. Fórmula de Lorenz: es un índice que no tiene en cuenta ni la edad del sujeto ni su estructura esquelética, sino únicamente la altura.
  2. Fórmula de Broca: también en este caso, el único parámetro que se tiene en cuenta es la altura.
  3. Fórmula de Perrault: se calcula utilizando los parámetros de edad y altura.

Existen muchas otras fórmulas por las que es posible establecer el propio peso normal, pero se trata de procedimientos bastante complicados que en cualquier caso requieren el asesoramiento de un profesional del sector.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que, a lo largo de la vida, son muchos los factores que pueden modificar el valor del peso ideal, por lo que no deben considerarse patológicos.

El organismo humano es una estructura dinámica, que se adapta constantemente al medio exterior ya las condiciones endógenas de su metabolismo; por lo tanto, algunas variaciones de peso, siempre contenidas dentro de límites aceptables, deben considerarse absolutamente normales.
De hecho basta con comer algo calórico en la cena ya la mañana siguiente la báscula podría marcar un aumento de algunos hectogramos.

La condición necesaria para asegurar el bienestar fisiológico es evitar grandes variaciones de peso, especialmente durante los períodos de crecimiento (adolescencia) o en la vejez, ya que en estas fases de la vida es sumamente difícil volver a las condiciones iniciales y muy a menudo el los kilos acumulados (o perdidos) ya no cambian.