Complementos alimenticios: qué son

Los términos “complemento alimenticio” indican un complemento a una dieta considerada incompleta y que, por este motivo, requiere de apoyo.

Si la dieta de un individuo es correcta, su organismo puede disfrutar de un estado de bienestar fisiológico que depende del tipo de principios activos útiles que se introduzcan con los alimentos.
De hecho, para estar sano, nuestro cuerpo necesita tres tipos de sustancias que son:
– proteínas;
– carbohidratos;
– lípidos;
a ellos hay que añadir sales minerales y vitaminas, catalizadores indispensables de todos los procesos metabólicos.

Cuando la alimentación es variada, equilibrada cuantitativamente y sin carencias de ningún tipo, la salud está a salvo.
Pero si, por las más variadas causas, comes mal, o demasiado o demasiado poco, entonces el equilibrio energético se ve comprometido y todo tu organismo acusa una serie de dolencias.
De hecho, para llevar una vida satisfactoria, las energías que consumes de varias maneras deben ser restauradas. Podrías sufrir un desequilibrio funcional si te encuentras en determinadas condiciones, como:
embarazo, cuando las exigencias aumentan significativamente;
lactancia, tras el agotamiento de sus reservas;
convalecencia, por falta de ingesta dietética;
esfuerzos demasiado intensos, para una demanda muy alta;
Estrés psicofísico, en caso de agotamiento.

Cuando ocurren las condiciones enumeradas anteriormente, a menudo sucede que su cuerpo no puede hacer frente a las diversas situaciones de deficiencia basadas únicamente en la dieta; por ello sería recomendable utilizar complementos alimenticios que, a través de diferentes formulaciones especialmente diseñadas, puedan ayudarte a recuperar el bienestar perdido.

suplementos para niños

Un problema mucho más delicado lo representa la utilidad de los complementos alimenticios tomados en la edad pediátrica, dado que el metabolismo corporal en los niños aún no ha alcanzado su plena funcionalidad.

Hay algunos complementos útiles para todos los niños, otros para tomar sólo en determinadas situaciones, y otros absolutamente desaconsejados; hay dos factores que afectan más estas elecciones: la salud y la edad del niño .
Sin embargo, hay que recordar que un correcto estilo de alimentación es la base del bienestar del niño, así como del adulto.

El mayor riesgo dietético que se presenta en los dos primeros años de edad es el relacionado con una dieta hiperproteica, con bajo aporte de fibra, ácidos grasos poliinsaturados y algunos minerales, entre ellos el zinc y el hierro, pero también micronutrientes, como las vitaminas A, B, C, D, E y K, calcio y fósforo, selenio y manganeso. Estas carencias pueden causar daños en cierta medida a nivel del desarrollo corporal y cerebral del niño, por lo que es fundamental corregir estas carencias mediante el uso de suplementos para la edad pediátrica.

Suplementos recomendados en el primer año de vida

Durante los primeros tiempos de la vida de un niño se suceden muchos procesos de fundamental importancia para su crecimiento: se puede decir que se sientan las bases para la posterior construcción de un maravilloso edificio.
Por eso, algunas sustancias resultan verdaderamente esenciales para su salud; si es posible introducirlos únicamente a través de la dieta, no es necesario tomar ningún tipo de suplemento, pero si por el contrario se establecen carencias, entonces es necesario actuar.
Entre los principios activos más útiles en los primeros doce meses de vida de un niño podemos mencionar:
vitamina D, queel organismo humano no es capaz de sintetizar, pero eso es un factor indispensable para una correcta osificación ya que facilita la absorción del calcio; este proceso ocurre tanto en el sistema osteoarticular como en la dentición. Se recomienda para todos los lactantes alimentados con leche materna o biberón hasta el primer año.
La vitamina A, es fundamental para el desarrollo de la función visual ya que preside los procesos relacionados con el funcionamiento de la retina.
La vitamina C, con su fuerte poder antioxidante contra los radicales libres, también controla lasíntesis de colágeno que apoya el desarrollo del sistema osteoarticular y facilita la absorción de hierro a nivel celular.
La vitamina K, factor indispensable para la coagulación de la sangre, protege al lactante de importantes síndromes hemorrágicos tanto de forma precoz (aparecen inmediatamente después del nacimiento) como tardías (aparecen a partir del segundo mes de vida). Debe administrarse por igual a todos los niños desde el momento del nacimiento y continuarse, con fines profilácticos, sólo para los amamantados, hasta el tercer mes de vida.
El ácido fólico, es un elemento perteneciente a las vitaminas del complejo B, cuya acción es fundamental en la prevención de defectos en eltubo neural de la población neonatal; el ácido fólico presente en los suplementos ofrece el doble de disponibilidad de folato presente en los alimentos.
El flúor, es un elemento muy importante para prevenir la aparición de caries dental y debe ser introducido desde el primer mes de vida hasta por lo menos los tres años, especialmente para los bebés amamantados.
Hierro, es un mineral esencial para la síntesis de la hemoglobina a nivel de los eritrocitos (glóbulos rojos); su deficiencia predispone al recién nacido a la aparición de anemia.Respecto a su ingesta, no todos los pediatras están de acuerdo ya que, al ser una molécula bastante difícil de digerir, podría provocar intolerancias.
El zinc, es un elemento que ejerce un eficaz control sobre el sistema inmunitario, y cuya carencia afecta muy negativamente a la capacidad de reacción del niño frente a diversos patógenos; además, junto con el hierro, influye en el desarrollo intelectual y cognitivo del niño. Generalmente sólo se recomiendan hasta el destete (alrededor del sexto mes de vida), a partir del cual es suficiente una alimentación adecuada.
El cobre, es otro elemento fundamental para lametabolismo energético celular, para la síntesis de proteínas y para la producción de tejido conectivo.

Suplementos recomendados en preescolar

En esta fase de la vida del niño, la alimentación adquiere un papel muy importante, también porque con el crecimiento sus gustos se vuelven cada vez más completos y específicos.
Por lo tanto, si te alimentas correctamente, los suplementos son completamente inútiles, pero si, por el contrario, hay un suministro desequilibrado de nutrientes, entonces tu cuerpo necesita un poco de ayuda.
El zinc y el hierro, en la etapa preescolar, cuando el niño comienza a asistir al jardín de infantes, pueden ayudar a prevenir las enfermedades estacionales (resfriados, dolores de garganta, tos y trastornos febriles) ya que apoyan el sistema inmunológico durante los procesos infecciosos, cuando incluso la fuente de alimentación puede fallar. ser insuficiente.
Vitaminas del grupo B, muy útiles para estimular el apetito del bebé, especialmente durante los períodos de convalecencia; también se recomiendan en caso de anemia ya que potencian la acción del hierro en la producción de hemoglobina.
Las vitaminas A y D, ayudan a apoyar la función del sistema inmunitario, en asociación con el zinc, del que mejoran el mecanismo de acción.
El yodo, es un constituyente estructural de las hormonas tiroideas y su principal función es asegurar al organismo un correcto funcionamiento del metabolismo controlado por la tiroides,para un crecimiento armonioso y equilibrado.

¿Son realmente necesarios los suplementos?

Como se mencionó anteriormente, un régimen nutricional adecuado suele ser suficiente para asegurar un crecimiento equilibrado para el niño, y el uso de suplementos a veces puede ser absolutamente inútil.

Entre los complementos alimenticios los más utilizados son los basados ​​en vitaminas, que pueden ser de dos tipos: hidrosolubles (se disuelven en agua) o liposolubles (se disuelven en grasas). Mientras que la acumulación de los primeros no tiene consecuencias de ningún tipo ya que se eliminan con la orina, la acumulación de los segundos puede provocar efectos secundarios como migraña, cansancio y náuseas. Por lo tanto, es necesario prestar mucha atención al tipo de sustancias contenidas en los suplementos, pero sobre todo a su dosificación; de hecho, si se consumen de forma imprudente, pueden resultar extremadamente nocivos, precisamente en función de sus propioscapacidad de acumularse en células de las que se eliminan con dificultad.
Una sobredosis de hierro también puede provocar trastornos muy molestos del sistema digestivo, así como un exceso de calcio y potasio puede interferir en el funcionamiento del sistema cardiovascular.
En conclusión, la ingesta de complementos alimenticios no siempre es realmente necesaria, ya que una dieta equilibrada y un estilo de vida correcto son más que suficientes para garantizar la salud del niño.