El poder de un abrazo: qué sucede en la mente humana cuando se da o se recibe
La ciencia ha demostrado que un gesto tan común y sencillo como un abrazo puede tener efectos beneficiosos sobre el estado psicofísico de las personas.
El abrazo estimula la producción de oxitocina lo que fortalece el sistema inmunológico reduciendo el estrés y los síntomas que de él se derivan.
Los abrazos como cura para la ansiedad y la depresión
A veces un abrazo es suficiente para calmar un estado ansioso, depresivo o incluso ataques de pánico.
Un gesto espontáneo que es capaz de devolver el equilibrio necesario a la mente y al cuerpo, proporcionando una agradable sensación de bienestar.
Apretar a otra persona en tus brazos no cuesta nada y no es una obligación sino un acto que nace de una voluntad que muchas veces va más allá de nuestro control tanto es el empuje de la bondad, del cariño, de la empatía hacia el otro.
Una milésima de segundo basta para poner en perfecta armonía a dos seres humanos, que en ese momento dejan de ser dos entidades divididas para unirse en una sola alma. En ese preciso momento es cuando se desencadena la reacción emocional que conduce a los beneficios del abrazo.
Actualmente nos encontramos en una sociedad donde el contacto físico se reduce al mínimo debido a la tecnología que, a pesar de tener muchas ventajas, ha propiciado amistades y conocidos a distancia.
Por lo tanto, estamos perdiendo el hábito de ser tocados, acariciados y besados incluso como un simple gesto de afecto y amistad.
Sin embargo, son muchos los estudios científicos que demuestran cómo el contacto físico y por tanto los abrazos recibidos desde los primeros días de vida, son capaces de mejorar el estado de ánimo de las personas desde la infancia aumentando su autoestima.
En los adultos tiene un poder calmante y ansiolítico ya que los abrazos tienen el poder de condicionar el estado de ánimo de forma positiva, aportando a cada uno la seguridad que cada persona necesita.
La importancia del abrazo ha sido destacada por biólogos y científicos que han podido describir con sus investigaciones y estudios todo lo que se ha descubierto sobre la función del abrazo en la salud humana.
El abrazo ya actúa a nivel cutáneo con el contacto piel con piel que te permite activar diferentes áreas cerebrales que tienen la tarea y la capacidad de mostrar y reconocer cada emoción y el significado que cada una de ellas representa.
Terapia de abrazo: un abrazo para redescubrir la felicidad
Si hoy te sientes triste o incluso si no lo estás, ve a abrazar a alguien y regálate una buena dosis de felicidad así como dársela a la persona que tendrá la suerte de conocerte.
Si aún no lo haces, aprende a abrazar de forma espontánea y sin vergüenza, como con los niños.
Abandonarse en los brazos del otro con confianza , dejando a un lado las vacilaciones y limitaciones impuestas por una mala educación y una sociedad que enseña a ser fría y desapegada.
Déjate envolver por un calor afectivo incondicional que no pide nada y no quiere nada más que ser correspondido con puro entusiasmo.
Si eres tú quien da el primer paso, abre los brazos y ciérralos con dulce firmeza alrededor del cuerpo del destinatario sin esperar nada a cambio.
Da tu contacto haciéndote sentir tus ganas de serlo.
Esta actitud te permitirá reactivar la conexión entre vosotros al estimular la producción de oxitocina, sustancia también conocida como la hormona del amor.
De esta forma, se activan misteriosos efectos benéficos que se pueden detectar en todo ser humano que se siente amado y acogido con implicaciones positivas en el campo psicológico, emocional y social.
De la piel al corazón al cerebro pasando por el abrazo
Cada vez que abrazas, aprietas tus manos y brazos envolviendo a quien está frente a ti.
El órgano humano más implicado en esta acción es la piel.
La epidermis es un conjunto de receptores que sirven para reconocer cualquier información táctil recibida del exterior, permitiéndote recibirla y seleccionarla.
Toda la información recogida llega al cerebro y se distribuye en las zonas cerebrales predispuestas a codificarla según los diferentes tipos de fibras nerviosas implicadas.
En particular, todas las sensaciones provocadas a través del sentido del tacto sin tener un valor afectivo, como, por ejemplo, cuando te agarran del brazo, son transmitidas por las fibras mielínicas a la corteza sensorial.
Mientras que cualquier información que tenga un sentido afectivo, como una caricia realizada por una persona cercana, se esparce a través de la fibra amielínica de la corteza de la ínsula.
Este último trabaja de manera coherente con las diferentes áreas del cerebro y tiene una función muy importante en la vida emocional del ser humano.
Por lo tanto, se puede decir que el abrazo que recibes o das parte de la piel y llega al cerebro y luego conduce a una serie de emociones positivas que afectan la salud y provocan bienestar.
En un abrazo, mil explosiones de emociones
A través del abrazo es posible comunicar una serie de sensaciones como el miedo, la ira, el disgusto pero también el amor, la gratitud y una simple simpatía.
Todas las emociones que se pueden comunicar con las diferentes expresiones faciales que son las mismas en todas partes del mundo.
Las emociones que acompañan al abrazo también se pueden leer en los movimientos de las manos cuando están a punto de abrazar a otra persona.
Por ejemplo, si quienes te abrazan van acompañados de sus manos rozándote la espalda, es probable que haya tristeza mientras que si las manos están quietas suelen acompañar un sentimiento de simpatía.
La importancia del abrazo como apoyo social
El abrazo no solo se usa para transmitir una emoción en particular sino que también te permite donar o recibir apoyo a nivel social.
Un mensaje importante que expresa comprensión, apoyo y calor humano, un gesto que juega un papel fundamental para devolver la dignidad y las ganas de vivir en algunos casos difíciles de la vida.
Como dice Coelho : un abrazo significa que no hay peligro para el otro, los brazos abiertos demuestran completa inocencia de pensamiento y apertura hacia la otra persona poniéndose en una situación de no defensa. También significa que no tienes miedo del otro, que puede relajarse y sentirse cómodo sintiéndose protegido y apreciado.
Las ganas de vivir que te envuelven
La importancia del abrazo en un sentido social está confirmada por muchos estudios que muestran cómo hoy en día la falta de este tipo de contacto puede crear muchos problemas sociales.
Así que no esperes más y ve a abrazar a alguien cercano a ti o, como voluntario por ejemplo, tendrás muchas oportunidades de evaluar la importancia social de los abrazos.
La importancia de los abrazos en el mundo animal
Abrazar no es una prerrogativa de los seres humanos, te habrá ocurrido presenciar momentos apasionantes en los que los animales parecen abrazarse.
Tal vez lo hayas visto en algún documental o en persona, ciertamente no es algo extraño sino un comportamiento normal ya que la sensación de bienestar es la misma.
Un intercambio de afecto pero no solo eso, los animales también se abrazan por una cuestión práctica por la necesidad de retener el calor y no pasar frío.
El calor del abrazo
Un ejemplo clásico es el representado por las grandes concentraciones de pingüinos que se juntan en un gran abrazo colectivo para protegerse del frío.
Luego están los animales como los koalas que abrazan su árbol por el motivo contrario, es decir, para refrescarse en los días de mucho calor.
Las especies animales que más se asemejan a los humanos como los monos, el gesto de abrazar se utiliza como un simple saludo amistoso que se da cada vez que se encuentran entre individuos que se conocen. Además, estas especies abrazan a sus crías mostrándoles amor y protección.
La reacción endocrina del abrazo.
Envolver a otra persona con los brazos es una de las formas más positivas de gestos de afecto, como un beso o una caricia.
El abrazo es capaz de estimular la mayor producción de oxitocina, la hormona del amor que tiene beneficios significativos en todas las dimensiones clave relacionadas con la salud y el bienestar psicofísico.
Esta sustancia mejora la situación psicológica, emocional y social lo que ayuda a reducir los problemas y malentendidos entre las personas así como a mejorar las relaciones haciéndolas más sinceras y empáticas.
Un verdadero pegamento entre personas que nunca debes descuidar.
El abrazo también es importante para mejorar la función cardiovascular, que está muy ligada al estrés y al ámbito emocional.
Un abrazo puede salvar tu vida, nunca te rindas.
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