Aunque está en el mercado de toda Italia, podría resultar agradable preparar un turrón casero, ya que no estamos ante una receta complicada, reservada solo para los que son muy habilidosos en la cocina. Hay muchas maneras de preparar este delicioso postre, inspirándose en las recetas tradicionales de la región, con la ventaja de poder elegir los ingredientes a utilizar. Con un poco de imaginación puedes transformar el turrón de siempre en un postre sano, ligero y a la vez cautivador, que satisfaga las necesidades de todos.

En este artículo te voy a presentar una receta muy sencilla para preparar una alternativa sabrosa y dietética al turrón tradicional: el turrón de chocolate casero sin azúcar, harina ni leche. Gracias a esta propuesta buena de comer y bonita de mirar, no tendrás que esperar a Navidad para mimar tu paladar con el irresistible sabor del turrón, sino que podrás disfrutarlo todo el año, dándote un respiro en la nombre de dulzura y autenticidad.

el turron

El turrón es un postre que tradicionalmente se come durante las fiestas navideñas para finalizar con una nota dulce el almuerzo que reúne a toda la familia bajo el árbol adornado . Es un producto compuesto esencialmente por clara de huevo, miel y azúcar, enriquecido con frutos secos (almendras, nueces, cacahuetes o avellanas tostadas) y cubierto con dos hojas de hostias creadas a partir de fécula de patata. Dependiendo de las proporciones de azúcar y miel que se introduzcan en la masa, ésta puede adquirir una consistencia dura o blanda.

El origen del turrón es incierto. Según una antigua tradición oral, nació en Cremona, donde hizo su aparición en 1441, con motivo del matrimonio entre Francesco Sforza, duque de Milán, y Bianca Maria Visconti. No cabe duda que la versión clásica de este delicioso postre es una excelencia gastronómica de la ciudad de Cremona, pero también Benevento reivindica su autoría. Sin embargo, según los estudiosos de la gastronomía, fueron los árabes quienes la trajeron a las orillas del Mediterráneo. Cada región de Italia lo ofrece en su versión: los más famosos son los turrones de Cremona, Benevento y Siena, así como los de Cerdeña, Piamonte, Calabria y Sicilia.

Desde un punto de vista nutricional, el turrón, al estar desprovisto de yemas, es bajo en colesterol. La alta presencia de frutos secos hace que este alimento sea rico en minerales, vitamina E y fibra, pero al mismo tiempo muy calórico y potencialmente alergénico, no apto para quienes padecen diabetes, sobrepeso y personas alérgicas. Se debe controlar al máximo su consumo para no causar indigestiones o intolerancias. Afortunadamente, el turrón clásico puede ser despojado de su capa azucarada y alergénica y convertirse en un postre delicioso y ligero, si se prepara sin azúcar, harina y leche.

Receta casera de turrón de chocolate sin azúcar, harina ni leche

El turrón de chocolate casero sin azúcar, harina ni leche es una receta que seguro que tiene éxito, sencilla y además relativamente rápida de preparar. Afortunadamente, para obtener resultados efectivos no siempre es necesario recurrir a preparaciones complejas o elaboradas que requieren un alto grado de habilidad: algunos trucos y un poco de paciencia son suficientes para que incluso los principiantes obtengan excelentes resultados. Para que la mezcla sea más sólida, recomendamos elegir huevos muy frescos porque el componente proteico es más compacto en ellos.

Ingredientes para 6 personas:

  • 250 g de nueces;
  • 25 g de avellanas;
  • 30 g de almendras;
  • 2 claras de huevo;
  • 1 cucharada de margarina vegetal;
  • 100 g de chocolate negro sin azúcar;
  • una pizca de canela molida.

Preparación:

1. Comenzamos colocando todos los frutos secos en la placa de horno, dejándolos tostar unos 10 minutos a una temperatura de 150°C. Cuando la piel que lo rodea haya tomado un color más bien oscuro, sácalo del horno y frótalo entre las manos, para eliminarlo por completo. A continuación, picar finamente los frutos secos tostados con la mezzaluna o, si lo prefieres, con una picadora eléctrica, pero dejando unos trocitos enteros, para que los puedas añadir más tarde en la preparación.

2. Ahora separe las claras de las yemas, teniendo cuidado de no contaminar la clara con porciones de yema o cáscaras. Coloque las claras de huevo en un recipiente con los bordes altos, para que pueda contener cómodamente la mezcla incluso cuando haya incorporado el aire, y bátalas a punto de nieve, luego combine los frutos secos picados y mezcle bien los ingredientes, mezclando suavemente con movimientos circulares. movimientos de abajo hacia arriba, para evitar que se deshagan las claras.

3. Coloque la margarina vegetal en una cacerola y caliéntela a fuego muy bajo. Mientras tanto, añade el chocolate troceado y deja que se funda por completo, removiendo desde el principio sin interrupción con una cuchara de madera hasta obtener una mezcla fluida y homogénea. Sazone con una pizca de canela y retire la cacerola del fuego para enfriar la mezcla, pero con cuidado de que no se endurezca.

4. Cuando el chocolate derretido se haya enfriado, añádelo a los frutos secos y mezcla con cuidado para integrar bien los ingredientes. No te olvides de añadir también los frutos secos enteros.

5. Toma un molde rectangular que mida 16 × 5 cm y que tenga los bordes altos, como el que se usa para los plum cakes. Alternativamente, puede hacer el suyo propio cortando un envase de tetra pak por la mitad. Forre el molde con papel pergamino para poder extraer fácilmente el bizcocho.

6. Verter la mezcla preparada en el molde, teniendo cuidado de agitarlo ligeramente para eliminar las burbujas internas, y nivelar la superficie con la hoja de un cuchillo humedecida.

7. Introduce la tarta en la nevera y déjala reposar al menos tres horas, hasta que esté firme.

8. Pasado el tiempo indicado, saca la tarta de la nevera, luego desmolda, coloca en una fuente y sírvela cortada en rodajas.

El turrón de chocolate casero sin azúcar, harina ni leche es ideal para rematar un almuerzo, pero también puede ser un gourmand entre horas para los amantes de los dulces o un tentempié post-entrenamiento para los que practican deporte. También se puede servir a los niños como un refrigerio abundante y saludable.