Según algunas investigaciones científicas, la repetición de las mismas acciones antes de irse a dormir podría provocar el sueño.

Rituales antes de ir a dormir

Antes de acostarse por la noche, sería recomendable alcanzar un cierto estado de relajación tanto física (no es bueno estar demasiado cansado), como sobre todo psicológica, ya que el sueño es un estado fisiológico que se produce cuando la mente no está ocupado en demasiados pensamientos.

Cada uno de nosotros tiene sus propios rituales que poner en práctica antes de dormir: los que toman un té de hierbas relajante, los que se cepillan el pelo durante mucho tiempo, los que toman un baño caliente, los que escriben algunas páginas de su diario personal..

Existe una rutina en cuanto al cuidado del cuerpo y del rostro que, además de conciliar el sueño preparándote para afrontar las horas nocturnas, es capaz de ayudarte a mejorar tu aspecto físico, ¡para despertarte más guapa que nunca!

Los diez movimientos para hacer antes de dormir

Con diez sencillos gestos dedicados a ti y al cuidado del rostro y el cuerpo, podrás obtener resultados estéticos impensables y conciliar el sueño con mayor facilidad.

Para mantener inalterada tu belleza, es muy importante la regularidad y la constancia con la que, cada noche, puedes afrontar la rutina de algunas acciones cosméticas encaminadas al cuidado de tu persona.

1. Quítate siempre el maquillaje

quitar el maquillaje

Aunque en tu rostro solo quede un velo de crema coloreada, retíralo con un desmaquillador y una leche limpiadora; de hecho, la premisa más importante para mantener una piel elástica y tonificada es dejarla respirar libremente, al menos durante la mitad del día.

Y si estás acostumbrada a usar maquillaje completo, la limpieza de tus ojos se vuelve aún más importante. Debes empezar por utilizar un producto específico para eliminar los restos de sombras, delineador y máscara de pestañas.

Puedes utilizar un desmaquillador de ojos o agua micelar, para evitar las molestas rojeces en los ojos.

Es muy importante que se eliminen por completo todos los restos de maquillaje, para evitar que tus ojos tengan los párpados hinchados y la córnea salpicada de capilares inflamados al despertar.

2. Renueva la epidermis con un exfoliante

fregar

Este paso tiene como finalidad eliminar las células muertas superficiales, para dejar la piel más tersa y receptiva a los tratamientos posteriores.

Puedes utilizar productos disponibles en el mercado o hacer un exfoliante casero, mucho más económico, con ingredientes que seguro te suministran, como café molido, azúcar o bicarbonato, disueltos en un poco de agua.

Si su piel tiende a estar seca, es posible que desee agregar media cucharadita de miel cruda para obtener un exfoliante más suave.

3. Purifica la piel con una mascarilla

mascara facial

Cada dos días puedes aplicar una mascarilla en el rostro: desde los productos más innovadores y recientes en tejido impregnado de principios activos, hasta las clásicas pastas a base de arcillas u otros componentes con acción antiedad, seborreguladora o antiacné, dependiendo de sus necesidades específicas.

También en este caso podrías hacer un preparado casero simplemente combinando los siguientes ingredientes con un poco de agua: arcilla verde en caso de piel impura, arcilla blanca y dos gotas de aceite vegetal si tienes la piel muy sensible, yema de huevo con miel y un cucharadita de aceite de oliva en caso de piel seca.

4. Limpieza impecable

limpieza

Limpiar en profundidad la piel del rostro, ojos y cuello con un producto específico, preferiblemente un jabón líquido suave, que te permita una limpieza completa pero no agresiva.

Hay que prestar atención a la calidad del detergente elegido: no te conformes con los baratos, sino opta por uno de excelente calidad, posiblemente comprado en la farmacia.

Cuando la piel entra en contacto con cualquier tipo de sustancia limpiadora, tanto líquida como sólida (jabón), esos diminutos orificios llamados poros que contienen sebo (sustancia grasa que produce nuestra piel con fines protectores), tienden a dilatarse.

La importancia de pasar un algodón empapado en tónico es reducir esta dilatación, con el fin de minimizar las imperfecciones evidentes provocadas por la apertura de los poros y conseguir que la epidermis se compacte y tonifique.

5. Sacia la sed de tu piel

crema hidratante

Utiliza una crema hidratante, que, después de limpiar y tonificar, ayudará a hidratar tu rostro.

El tónico, como hemos visto, actúa estrechando los poros, pero al hacerlo también provoca cierta sequedad en la piel, que, si se prolonga en el tiempo, podría provocar descamación celular y los consiguientes problemas estéticos.

Si por el contrario corriges esta deshidratación epidérmica con una crema específica, podrás ofrecer a tu rostro todo el brillo que deseas. De hecho, ¡el verdadero secreto para ser bella es “hacer que la piel beba”!

Cuando aparecen las primeras líneas de expresión, puedes optar por formulaciones antiedad, por ejemplo a base de ácido hialurónico y coenzima Q10.

Si tu piel es más madura debes elegir productos diseñados para el envejecimiento hormonal.

6. Estira las piernas

piernas

Después de cuidar tu rostro, no olvides tus piernas, que han estado trabajando para ti durante todo el día, soportando tu peso corporal y pueden mostrar signos de edema si has estado mucho tiempo de pie.

Después de una ducha tibia, se puede pasar por encima un guante de crin de caballo no especialmente rígido, que ayuda a la circulación sanguínea minimizando la hinchazón y eliminando la capa superficial de células muertas. Luego aplica una fina capa de crema corporal.

7. No olvides tu cabello

cabello

Antes de acostarte, dirige también tus cuidados al cabello que, durante el día, se ha visto estresado por el contacto con la polución y los agentes climáticos.

Procede a un cepillado enérgico para desenredarlos por completo, luego, si los llevas muy largos, péinalos en una suave trenza, que te permitirá despertar sin enredarte.

Si estás acostumbrada a ducharte antes de acostarte, puedes aprovechar la utilización de un champú suave, completando la operación con un acondicionador desenredante o una mascarilla nutritiva.

8. Cuida tus manos

las manos

Las manos también necesitan tu atención; de hecho, entre las diversas partes del cuerpo, son las que trabajan casi incesantemente y las que, en consecuencia, están más en contacto con los agentes climáticos.

Especialmente durante los meses de frío, su piel puede agrietarse fácilmente debido a la desecación de las células superficiales, por lo que sería una buena práctica utilizar todos los días una crema hidratante intensiva, que, aplicada antes de acostarse, sea capaz de actuar durante todas las horas en las que las manos no se usan ni se lavan.

El hábito de la hidratación es siempre recomendable para cada parte del cuerpo. Las uñas también requieren algunos cuidados: asegúrate de que no sean demasiado largas y que el esmalte de uñas, si lo usas, no tenga imperfecciones, en cuyo caso no dudes en quitarlo con una mano de acetona.

Para una mayor suavidad, dos veces por semana, puedes remojarlos durante media hora en una solución de agua tibia y bicarbonato de sodio, enriquecida con unas gotas de tu aceite esencial favorito.

9. Una sonrisa deslumbrante

sonreír

Otra operación que debe realizarse antes de acostarse es la relativa a la higiene bucal ; obviamente hay que cepillarse los dientes, para eliminar todos los restos de comida de los alimentos consumidos en la cena.

Para obtener un efecto especialmente blanqueador, sería recomendable utilizar un dentífrico enriquecido con una pizca de bicarbonato, con el fin de obtener un potente efecto blanqueador eliminando todos los factores que podrían amarillear el esmalte, como el humo, el café, los zumos de frutas y los refrescos de cola. -como bebidas..

10. Relajación muscular

Relajación muscular

Por último, para asegurar un efecto relajante en tu cuerpo, puedes realizar unos sencillos ejercicios de estiramiento muscular; estirar, de hecho, además de potenciar la funcionalidad de las fibras musculares, te ayuda a relajarlas mucho, ofreciendo una sensación de bienestar fisiológico sumamente útil para conciliar el sueño de la mejor manera posible.

No es necesario que dediques demasiado tiempo a estos ejercicios ya que no tienes que cansarte, sino solo liberar las tensiones acumuladas durante el día, eliminando también las toxinas que seguramente tu cuerpo ha absorbido.

Si vas a un gimnasio, tu instructor te sugerirá los movimientos ideales para hacer antes de irte a la cama, de lo contrario puedes documentarte, siempre teniendo en cuenta que los ejercicios deben ser lo más suaves posible y no demasiado exigentes.