Hoy en día el uso de alfombras en el hogar ha disminuido con respecto al pasado, pero afortunadamente todavía hay una buena cantidad de personas que aman decorar sus habitaciones con una hermosa alfombra de colores, que aviva y da elegancia al ambiente.

Los hay de diferentes tipos, formas y materiales, a elegir según el uso que se le vaya a dar y en relación al gusto personal.

Si estás leyendo este artículo es muy probable que te hayas convencido de comprar una o que ya tengas una, y en este último caso sabrás muy bien que el mayor problema con el que te puedes encontrar a la hora de utilizar una alfombra es la limpieza.

Por su naturaleza, una alfombra siempre tiende a acumular polvo y suciedad, tanto porque se pisa como porque permanece expuesta al aire y no encerrada en un armario.

Según el material del que esté hecha, cada alfombra puede asimilar una mayor o menor cantidad de impurezas, siendo necesario limpiarlas con mayor o menor frecuencia respectivamente.

Cómo limpiar alfombras de forma rápida y sencilla: 4 consejos

como limpiar alfombras

El asunto se vuelve aún más delicado cuando se trata de manchas, sobre todo las más rebeldes, que requieren más atención para no dañar la alfombra. Veamos juntos algunos métodos sencillos para limpiar varios tipos de alfombras.

1. Lavar a máquina

Lavar a maquina

Si la alfombra es lo suficientemente pequeña y resistente, una solución muy sencilla es meterla en la lavadora e iniciar el ciclo “delicado”, utilizando únicamente detergentes delicados, que no apaguen los colores de la alfombra y no agredan las fibras. de que está hecho, desgastándolo.

Además, en la mayoría de los casos no es recomendable centrifugar, y si realmente necesitas dar un primer secado rápido a alfombras resistentes como las del baño, ponlo a la velocidad mínima.

Una vez lavada, debe quedar homogéneamente igual (no unida a un hilo por una sola esquina ni doblada varias veces sobre sí misma), y en el caso de una alfombra de color siempre es bueno que no permanezca demasiado tiempo expuesta al sol para evitar la decoloración..

2. Elimina el polvo y los ácaros

Elimina el polvo y los ácaros

Para eliminar el polvo de las alfombras puedes adoptar al menos dos soluciones. Lo primero requiere un espacio abierto suficientemente amplio (un balcón, un jardín, una terraza) donde poder colgar la alfombra, siempre con prudencia sin colgarla por las esquinas, y poder actuar enérgicamente con un batidor de alfombras.

Un segundo método es usar una aspiradora, pero en este caso debes tener cuidado de no usar un nivel de succión demasiado alto si la alfombra es delicada y sobre todo debes usar una boquilla especial para aspirar las alfombras, ahora presente en todas o casi las aspiradoras del mercado.

En cuanto a la eliminación de ácaros, puedes espolvorear la alfombra con bicarbonato de sodio y dejarla durante al menos 8 horas, luego aspirarla bien.

3. Remedios naturales para las manchas

Remedios naturales para las manchas

Ahora veamos cuáles son los remedios naturales que no afectan la calidad del material pero son capaces de limpiar las manchas fácilmente :

  • Un primer remedio consiste en el uso de dos sustancias normalmente presentes en el hogar y utilizables para limpiar diferentes tipos de materiales, el mencionado bicarbonato de sodio y el vinagre de vino. El primero tiende a absorber la suciedad de la mancha y a dar brillo a la fibra, mientras que el segundo componente, además de limpiador, es un válido remedio antiolor y quitamanchas.

    Usar estos ingredientes para limpiar tu alfombra es muy sencillo: basta con verter una pequeña cantidad de bicarbonato de sodio sobre la mancha, dejar actuar unos 10 minutos (para aumentar según la agresividad de la mancha) y luego limpiar con vinagre de vino, dejar actuar seque y aspire cualquier residuo.

  • Si no tiene la intención de usar un componente líquido como el vinagre, puede optar por bicarbonato de sodio junto con almidón de maíz, que tiene propiedades absorbentes notables. Es suficiente que mezcles los dos ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea que cubra abundantemente las manchas, luego la viertes presionando ligeramente con la mano. Una vez que la arena ha sido absorbida por la mezcla, lo único que queda por hacer es aspirar los residuos.

4. Lavado de alfombras de lana

lavado de alfombras de lana

Las alfombras de lana merecen especial atención, ya que si no se tratan con el debido cuidado, se corre el riesgo de dañar irreparablemente las fibras. Es buena idea secarlo con un cepillo suave una vez cada dos semanas, para eliminar los hilos finos de lana que se desprenden de la alfombra con el tiempo.

En cuanto al lavado, puedes lavarlo en seco (es decir, sin agua pero con el uso de productos especiales y cepillos muy suaves) y luego dejarlo secar al aire libre, o sumergirlo en agua fría con un jabón muy delicado y enjuagarlo. a mano También en este caso, el secado debe realizarse de forma natural, sin utilizar centrífugas o similares.

Obviamente, con respecto a las alfombras de goma o simples alfombras de baño de algodón, estas se pueden lavar fácilmente con los productos de lavandería clásicos. ¡Con estos prácticos consejos no tendrás ningún problema en mantener tus queridas alfombras domésticas limpias y suaves!