El papel de las tareas del hogar

El cuidado de la casa puede ser una tarea vivida como una imposición insoportable, o por el contrario como una elección gratificante; la diferencia depende casi exclusivamente de la forma en que se vive esta obligación.

Las tareas domésticas incluyen varias ocupaciones, desde lavar los platos, cargar la lavadora, pasar el rato para planchar y, por supuesto, limpiar con o sin la ayuda de electrodomésticos.

Hoy en día son muchas las ayudas de las que puede disponer un ama de casa y que, si bien no consiguen eliminar por completo el compromiso, sin embargo ofrecen un apoyo precioso agilizando los tiempos.

Según algunas investigaciones científicas, para mantenerse en perfecta forma, nada mejor que hacer todos los días las tareas del hogar, alternando planchar con limpiar, o cambiar armarios con cocinar.

Por tanto, ya no sería necesario ir al gimnasio para hacer fitness, sino que podría bastar con pasar la aspiradora por todas las habitaciones.

Aunque pueda parecer una paradoja, esta afirmación tiene cierta parte de verdad en que el ejercicio físico al que se someten los músculos durante la realización de las tareas del hogar es de igual importancia.

Evidentemente, se trata de actividades “ligeras”, que comprometen el cuerpo de forma moderada, lo que le permite descansar en ocasiones y no consumir demasiada energía.

El papel de estas acciones aparentemente inútiles ha resultado ser extremadamente beneficioso para la salud de la mayoría de los órganos y sistemas, hasta el punto de sustituir a las actividades deportivas de intensidad leve o moderada.

Ventajas de las tareas del hogar

Según un reciente trabajo científico realizado por la Universidad Estatal de Florida, las consecuencias de las tareas del hogar son incluso capaces de prolongar la vida.

Esta investigación se realizó sobre una muestra de seis mil mujeres entre 65 y 99 años de edad, que dedicaban al menos treinta minutos diarios a las labores del hogar.

Con base en los resultados obtenidos, la investigación confirmó un aumento en la esperanza de vida igual al 12%, que puede aumentar hasta en un 39% incentivando el tiempo dedicado a las tareas del hogar.

Según la Dra. La Croix, autora de la investigación, los efectos beneficiosos derivados de las actividades en el hogar se refieren a una clara disminución de la síntesis de neurotransmisores relacionados con el estrés y un fortalecimiento del sistema inmunológico.

Los resultados derivados de la observación de las mujeres monitoreadas durante tres años, se limitaban únicamente a algunas tareas del hogar, es decir las menos exigentes como lavar los platos, pasar la aspiradora o cargar la lavadora.

El impacto psicológico positivo de estas ocupaciones sería atribuible a la concepción del entorno del hogar como un “nido” familiar.

Incluso las personas menos colaboradoras y que por lo general no participan en la gestión doméstica, se han mantenido en cambio involucradas en la investigación científica, ya que están intrigadas por el impacto positivo tanto en el cuerpo como en la psique que se deriva de las tareas domésticas.

Cuidar de una familia implica una participación afectiva muy importante, que desde cierto punto de vista también justifica el esfuerzo que requiere realizar trabajos que no siempre son bienvenidos.

Según investigadores de la Universidad Estatal de Florida, la esfera psicoemocional es la más involucrada.

El estudio europeo

En Europa, el University College of London ha examinado a unas veinte mil personas entre mujeres y hombres de los cuales 3200 sufren severos problemas de estrés y ansiedad.

Sobre este muestreo, los investigadores probaron un porcentaje de sujetos de ambos sexos que realizaban algunas tareas del hogar durante al menos treinta minutos al día.

Los resultados de esta investigación científica confirmaron los de la universidad estadounidense, destacando cómo la ansiedad, el estrés y los fenómenos depresivos se atenúan drásticamente cuando los sujetos están ocupados en el cuidado de la casa.

Según los expertos, las razones radican en que el entorno doméstico representa un refugio y un lugar seguro para encontrar cobijo en caso de dificultad y por ello el hecho de limpiarlo y ponerlo en orden adquiere un papel liberador y casi terapéutico.

El cuidado de la casa cumple una función terapéutica

Las tareas del hogar a menudo se dejan en manos de personas contratadas precisamente por su desempeño.

Según otra encuesta realizada en la Universidad de Canadá y publicada en The Lancet, limpiar la casa a diario tiene efectos terapéuticos similares en parte a los de las terapias psicológicas.

Estos resultados dependen de la observación de 130 mil personas de ambos sexos, con edades entre 35 y 70 años, monitoreadas durante siete años.

Las conclusiones del estudio científico confirmaron que realizar las tareas del hogar durante unos treinta minutos al día reduce en un 20% el riesgo de enfermedades que afectan al sistema cardiovascular.

Este resultado parece depender del entrenamiento físico que conlleva el desempeño de las tareas del hogar, cuyo papel depende de la multiplicidad de tareas requeridas.

La actividad física mejora no solo la función circulatoria y cardíaca, sino también la respiratoria, potenciando la oxigenación de los tejidos y por tanto el metabolismo global.

Las amas de casa analizadas presentaron mayores porcentajes de endorfinas en sangre; estas sustancias, llamadas hormonas de la felicidad, ayudan a mejorar el estado de ánimo y por tanto el bienestar psicológico de la persona.

Una vez más, por tanto, se ha confirmado el efecto beneficioso de las tareas del hogar no sólo en los aspectos orgánicos sino también en los emocionales.

El estudio noruego

Otro trabajo científico lo realizó la Escuela Noruega de Ciencias de Oslo, sobre una muestra de treinta mil adultos de ambos sexos, monitoreados durante sus actividades domésticas.

Los participantes fueron seguidos durante seis años y se confirmó que los más activos mostraban una reducción del 66 % en el riesgo de muerte.

Esta evidencia científica puede estar relacionada con el peligro de una vida sedentaria, también confirmada por el hecho de que estar sentado más de ocho horas al día duplica el riesgo de muerte prematura.

Esta observación fue particularmente útil para todas las personas cuya profesión les obliga a sentarse durante ocho horas en la oficina.

Para ellos, como para muchos otros, sería recomendable hacer algunas tareas domésticas al regresar a casa, solo para reactivar su metabolismo y mejorar su bienestar psicosomático.

Por eso, dedicar al menos una hora al día a las tareas del hogar es bueno para la salud y reduce el riesgo de muerte.