Tener una casa que huela siempre fresca y limpia es el sueño, no demasiado secreto a decir verdad, de toda ama de casa. La búsqueda frenética y la consecuente compra -a menudo compulsiva y descontrolada, tal es el deseo de convertir este sueño en realidad- de sprays, velas, difusores de fragancias y desodorantes varios, sin embargo, nunca tiene el efecto tan intensamente deseado.

Los productos que hay en el mercado funcionan, es cierto, pero su eficacia es lamentablemente muy débil y fugaz, tanto que en un par de horas la fragancia que antes parecía tan prometedora ya se habrá desvanecido inexorablemente en el aire.

Esto no significa, sin embargo, que sea el momento de tirar la toalla. Lejos de ahi. Afortunadamente, existe un método alternativo para garantizar que su hogar siempre huela bien sin tener que rociar continuamente productos químicos que, sin embargo, no son realmente buenos para la salud.

Básicamente se trata de una serie de operaciones preparatorias al resultado final, que es un olor fresco y agradable, sintomático de una casa perfectamente limpia y desinfectada.

Un complejo de secretos que, sumándose, finalmente le permitirán coronar lo que parecía un sueño ahora destinado a estar encerrado en un cajón. Sólo tenemos que averiguar cuáles son.

Cómo hacer que tu hogar esté limpio y perfumado: 4 pasos

como perfumar tu hogar

1. Airear todos los días todas las estancias que componen la casa

ventanas abiertas

El primer truco a poner en marcha para estar absolutamente seguros de que nuestro hogar tiene ese olor a limpieza que llevamos persiguiendo con ansias y durante tanto tiempo es ventilar todas y cada una de las estancias durante al menos un par de horas.

Una operación que debe llevarse a cabo con regularidad y a diario, aunque solo sea para hacer desaparecer por completo los olores que inevitablemente son característicos de cada hogar: el de los alimentos cocinados, el de los productos funcionales para limpiar muebles, sanitarios y encimeras, etc..

Abrir ventanas y balcones es fundamental si se quiere neutralizar los malos olores, por lo que de nada sirve probar otras vías y buscar remedios alternativos si no se tiene intención de realizar esta pequeña operación todos los días.

2. Dale sabor a la cocina con limón y café

limon y cafe

El segundo secreto para un hogar con un olor siempre fresco y agradable tiene que ver más de cerca con cuál es el corazón palpitante del hogar. El ambiente, es decir, en el que existe la máxima concentración de olores, ya sean buenos o malos.

Nos referimos obviamente a la cocina, una estancia que requiere siempre la máxima limpieza y saneamiento porque es funcional, de hecho, para la preparación de las comidas de la familia.

Pues bien, perfumar la cocina es un truco que hay que poner en práctica cuando el deseo de vivir en un hogar fragante se vuelve apremiante.

Pero, ¿cómo se hace? Sencillo: sólo hay que tener cuidado, sobre todo después de las comidas pero en cualquier momento del día, de infusionar café molido o habas o pieles de limón.

De hecho, ambos actúan como desodorantes naturales, capaces de desprender un olor muy agradable en el interior de la estancia donde se dejan en infusión. Ver es creer.

3. Limpiar el baño con la mayor frecuencia posible

baño limpio

El tercer paso de esta misión, en cambio, tiene que ver con el baño, un entorno que suele ser fuente de malos olores que, si no se neutralizan, pueden volverse incluso inmanejables.

Limpiarlo todos los días es una operación ineludible, si de verdad soñamos que nuestros huéspedes puedan oler un agradable aroma a fresco y limpio cada vez que cruzan el umbral de nuestro hogar.

Para conseguir este objetivo, sería recomendable abastecerse de jabones y sales aromáticas, pero también de sticks o difusores de corriente que emanando la fragancia de forma constante puedan mantener a raya la aparición de olores desagradables.

Siempre en el tema, también es recomendable tener siempre a mano, quizás dentro de un armario o en un lugar bien escondido, una botella que contenga una solución de agua y vinagre : rociada todos los días dentro de los sanitarios facilitará la limpieza de las tuberías y evitará, por otro lado, el tipo de olores que, por desgracia, siempre acechan en el baño.

Finalmente, se debe considerar la idea de equipar el inodoro con un producto específicamente diseñado para evitar los malos olores característicos de los sanitarios y para neutralizar al máximo los gérmenes y bacterias.

4. Agua caliente y limón para limpiar el suelo del salón

limpiar el piso

Todavía falta un poco de esfuerzo, la cumbre está casi cerca. Hay un último secreto que cualquiera que trabaje tan duro para mantener su hogar impecable debe ser atesorado. Incluso el salón, así como la cocina y el baño, deben estar siempre limpios si quieres respirar aire puro en tu hogar.

Incluso en este caso, no sería suficiente confiar en uno de los muchos productos ad hoc que hay en el mercado que, si se usan solos, no pueden hacer nada contra los malos olores que a menudo surgen en los hogares. Sin embargo, su función puede ser funcional a otras pequeñas precauciones, como añadir limón y agua caliente al cubo en el que ya hemos echado nuestro detergente habitual para limpiar suelos.

Este pequeño truco tiene una triple función: las notas cítricas de esta solución son intensas y persistentes, la mezcla ayuda a eliminar cualquier mancha del suelo, incluso la más difícil, y además ahuyenta a todos los insectos que suelen penetrar voluntariamente. en los hogares..

En este sentido, no es necesario elegir un detergente que tenga un olor agresivo: es mejor comprar uno neutro, mejor aún si es orgánico y libre de agentes químicos que puedan dañar el piso a largo plazo, especialmente si es un precioso revestimiento de parquet..

Otros pequeños trucos para un hogar siempre limpio y perfumado

gorro de cocina

Siguiendo todos estos pequeños pero significativos pasos, el cambio debe ser repentino y radical.

Entendiéndose, en todo caso, que siempre que sea posible, se debe hacer todo lo posible para evitar la propagación de malos olores.

Vale la pena recordar, por ejemplo, que la campana se debe poner en funcionamiento cada vez que cocines una comida, sea la que sea, y no solo cuando vayas a freír algo, como sería el caso de “confinar” siempre. la zona de cocción cuando enciende la estufa o enciende los electrodomésticos.

Cerrar siempre la puerta de la cocina, pero también la que divide la zona de estar y la de dormir, si la hay, es igualmente importante, aunque solo sea para no tener que ir a dormir con olor a pescado en las fosas nasales.