La menopausia, o climaterio, es un período muy delicado en la vida de una mujer. Los cambios físicos, el humor para bailar y las dolencias menores pueden poner en peligro el bienestar diario, haciendo que esta fase sea difícil y problemática.

La caída de estrógenos, debido al cese de la actividad ovárica, repercute negativamente en el lado emocional, alimentando así pequeñas angustias y el estrés diario que corre el riesgo de aumentar significativamente la carga de dolencias físicas. Un círculo vicioso por tanto que, con los cuidados y precauciones adecuados, se puede mantener bajo control.

En esta guía, te revelaremos todo lo que necesitas saber sobre las hormonas. De hecho, la terapia hormonal sustitutiva puede resultar una válida aliada para combatir las dolencias más molestas y, en ocasiones, incapacitantes del climaterio.

¿Qué es la menopausia?

La menopausia es el final del período fértil de una mujer. Es un evento totalmente fisiológico que puede ocurrir en un período de tiempo entre los 45 y los 55 años. Según el documento elaborado en 1999 por la Organización Mundial de la Salud, la menopausia es “ el cese definitivo de los ciclos menstruales como consecuencia de la pérdida de la función ovárica folicular, y se diagnostica retrospectivamente tras 12 meses consecutivos de amenorrea o ausencia del ciclo ”.

Las funciones ováricas cesan y las hormonas, especialmente los estrógenos, disminuyen. Este fenómeno encuentra su explicación en el hecho de que toda mujer nace con un número bien definido de óvulos que, a lo largo de la vida, se degeneran naturalmente o se liberan durante el ciclo menstrual. Con el paso del tiempo, por tanto, este número va disminuyendo hasta agotarse cerca del climaterio. Los niveles de hormonas femeninas responsables de la maduración de los óvulos también descienden drásticamente, lo que provoca el cese de la actividad ovárica y del ciclo.

Los trastornos típicos de la menopausia

Los sofocos son uno de los trastornos típicos de la menopausia, un fenómeno que puede durar varios años. La mujer es repentinamente presa de calor, sudoración excesiva y, a veces, también de palpitaciones más o menos pronunciadas.

Hay quienes la padecen solo en determinados periodos y quienes en cambio cuentan hasta 20 episodios al día. A esto hay que sumar otros síntomas como vientre hinchado, sequedad vaginal, tendencia a acumular peso, alteraciones del sueño y, en sujetos predispuestos, incluso una ligera depresión. La nueva estructura hormonal también expone a las mujeres al riesgo de osteoporosis y enfermedades cardiovasculares. Un período, por tanto, nada fácil, en el que la identidad femenina se ve duramente puesta a prueba por un bombardeo físico y emocional sin precedentes. La TRH se puede utilizar para aliviar los síntomas del climaterio.

¿Qué es la terapia de reemplazo hormonal?

La TRH es un enfoque farmacológico destinado a disminuir o resolver algunos trastornos típicos de la menopausia, como los sofocos o la sequedad vaginal. El médico te lo receta tras una cuidadosa historia clínica y consiste en administrar un cóctel de hormonas.

Hasta la década de los 70, en realidad solo se utilizaba el estrógeno, ideal para calmar los síntomas más molestos de la menopausia. En realidad, estas hormonas, a pesar de su acción beneficiosa, estimulaban demasiado el tejido uterino, sometiéndolo a frecuentes sangrados. Para equilibrar su acción, también se introdujo la progesterona, una de las hormonas más adecuadas para combatir tanto la osteoporosis como el peligro del cáncer de útero.

¿Cuándo está indicada la TRH?

La terapia de reemplazo hormonal está indicada cuando los problemas de la menopausia no le permiten llevar una vida tranquila. De hecho, investigaciones científicas recientes han demostrado que solo el 4% de la población femenina logra vivir este importante período de forma completamente natural. El resto de las mujeres necesitan una ayuda capaz de infundir bienestar y serenidad y que sea capaz de solucionar los graves malestares que dan las diversas dolencias. Tanto el estrógeno como la progesterona trabajan juntos para resolver estos problemas.

El estrógeno también se conoce como una terapia secundaria para la osteoporosis. De hecho, su uso parece estar muy relacionado con la reducción de la desmineralización ósea que afecta a algunos puntos concretos de nuestro cuerpo como las muñecas o las caderas. Por otro lado, la progesterona, en sinergia con los estrógenos, baja el nivel de colesterol malo en favor del bueno, ayudando así a mantener las arterias limpias y libres de placa aterosclerótica.

¿Cuántos tipos de TRH hay?

La TRH puede ser sistémica o local. Disponible en tabletas, geles o parches, la TRH sistémica es la mejor opción para dolencias como sofocos, sudores nocturnos y palpitaciones. Si los trastornos se localizan principalmente a nivel vaginal (con sequedad, dolor durante las relaciones sexuales e infecciones frecuentes), el ginecólogo prescribirá una TRH local o se administrará localmente a través de anillos vaginales o geles específicos. Es importante subrayar que el tipo de terapia debe elegirse con el médico tratante, quien podrá identificar la forma más adecuada y con menos efectos secundarios.

¿Cuánto dura la TRH?

Los expertos no están de acuerdo. Hay quien cree que la TRH se debe hacer como máximo un año y suspender cuando los síntomas remiten, y hay quien dice que, mediante el uso de hormonas bioidénticas (de las que hablaremos más adelante), se puede continuar con seguridad hasta finales de el dia la edad Muchas creencias negativas relacionadas con la TRH son el resultado de conocimientos anticuados que la comunidad científica ahora ha borrado, reconociendo los beneficios en términos de una mayor calidad de vida y bienestar femenino. Sin embargo, es de fundamental importancia personalizar el tratamiento ya que cada organismo tiene necesidades diferentes y específicas.

¿Cuándo no está indicado?

La terapia hormonal no es adecuada para todos. De hecho, hay casos en los que la TRH traería más riesgos que beneficios. Según los expertos , el tratamiento no está indicado para:

  • mujeres que están familiarizadas con el cáncer de mama o han tenido cáncer de mama;
  • en caso de obesidad;
  • en presencia de fibromas uterinos;
  • si la mujer sufre de cardiopatía isquémica;
  • n presencia de cáncer de endometrio;
  • enfermedad del higado;
  • presencia de menstruación;
  • episodios previos de trombosis.

Beneficios de la TRH

Los beneficios más importantes, además de la reducción de los sofocos, están relacionados con la prevención del insomnio, la astenia y la depresión. Recientes estudios clínicos también han destacado que las hormonas están indicadas para combatir enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson. Además, la TRH ayuda a prevenir ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y presión arterial alta. Por último, pero no menos importante, el factor estético. La mujer, liberada de la incomodidad, recupera su propia identidad y está en condiciones de vivir serenamente esta nueva etapa de la vida femenina.

Las hormonas bioidenticas

También llamadas hormonas naturales, las hormonas bioidénticas tienen la misma estructura química que las hormonas de nuestro cuerpo. Representan copias exactas, sintetizadas en el laboratorio y esencialmente libres de efectos secundarios. Son la nueva frontera de la TRH, una nueva forma de proceder más dulce y adecuada a nuestro organismo. Su uso minimiza los riesgos de una terapia de reemplazo hormonal. Son mejor tolerados por el cuerpo porque los reconoce no como una sustancia diferente sino similar.

Esto es todo lo que hay que saber sobre las hormonas, elementos que bien utilizados representan una ayuda fundamental para superar con éxito la delicada fase de la menopausia.